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Acusados del derribo del MH17 tres militares vinculados con la inteligencia rusa y un ucranio

19/06/2019  |  Internacionales  |  

El Equipo Internacional Conjunto (JIT, en sus siglas en inglés) que investiga el derribo del vuelo MH17 de las líneas aéreas malasias sobre el este de Ucrania, ocurrido el 17 de julio de 2014, ha señalado este miércoles en Holanda a los cuatro primeros sospechosos que pueden ser acusados de asesinato. Se trata de los militares rusos Sergey Dubinsky, Oleg Pulatov e Igor Girkin, vinculados a los servicios secretos de Rusia, y del ciudadano ucranio Leonid Khaechenko.

“Todos se encontraban en Ucrania en el momento de la tragedia aérea y querían ganar terreno en Donestk, al este del país. Aunque no dispararon el misil [Buk, que abatió la nave], sí participaron en los preparativos, por eso se les señala como responsables del asesinato de las 298 víctimas”, ha afirmado Fred Westerbeke, fiscal general holandés. Rusia y Ucrania no permiten la extradición, pero se emitirán órdenes internacionales de arresto para el cuarteto.

Westerbeke ha puntualizado que “incluso si los cuatro sospechosos querían derribar un avión militar, en lugar de uno civil, se les acusa del mismo delito y deberán explicarse y responder de ello ante los jueces”. Los investigadores afirman que Girkin es excoronel de los servicios secretos rusos y en verano de 2014 era ministro de Defensa de la separatista República Popular de Donetsk. Dubinsky es antiguo oficial de los servicios de inteligencia militares rusos (GRU) y en 2014 estaba al frente del espionaje de la república rebelde, mientras que Pulatov era su segundo. Ambos son señalados por su papel relevante en el transporte del misil Buk que derribó el vuelo MH17. Leonid Chartsjenko era jefe de un batallón de insurgentes ucranios y estaba presente en el lugar donde fue instalado el misil Buk.

El anuncio llega cinco años después de la tragedia, y permitirá que haya un juicio, previsto para el 9 de marzo de 2020 en suelo holandés. Se celebrará, según se ha anunciado, en el tribunal de alta seguridad de La Haya, abierto en el complejo del aeropuerto de Schiphol.

Si Rusia y Ucrania no colaboran, los acusados tendrán que ser juzgados en rebeldía. Moscú ha negado desde el principio su relación con los hechos y apunta a Ucrania. Wilbert Paulissen, jefe de la policía nacional holandesa, ha añadido que las llamadas a los testigos “han sido muy útiles en la investigación. "Y seguimos pidiendo la colaboración ciudadana, para apoyar a los 50 investigadores y 25 miembros de la fiscalía que siguen trabajando en el caso del MH17”, ha añadido. Su labor se centra hoy en “aclarar la cadena de responsabilidades, desde los que tomaron la decisión a quienes transportaron las armas”.

En 2018, el JIT anunció que un misil Buk de la serie 9M38, llevado desde la base de la 53 Brigada Antiaérea del Ejército de la Federación Rusa en Kursk hasta la localidad ucrania de Donetsk, abatió el avión. Los investigadores reconstruyeron el recorrido del convoy donde viajaba la lanzadera que disparó el proyectil, y según sus datos, salió de Rusia el 23 de junio de 2014 y llegó a Ucrania el 25 de junio.

El JIT también ha informado este miércoles de los nuevos hallazgos a los familiares de las 298 víctimas -todos los pasajeros y la tripulación del avión-antes de hacerlo público. Sus especialistas pertenecen a varios de los países de origen de los fallecidos, entre ellos, Australia, Bélgica, Malasia y Holanda, además de Ucrania porque allí cayó el aparato.

Para señalar el convoy que portaba la lanzadera, estudiaron todas las fotos y los vídeos donde aparece y luego los compararon con las imágenes de otros vehículos similares. Como se trataba de un transporte militar, formado por 50 vehículos y 6 lanzaderas de misiles Buk, su lento avance por carretera permitió comprobar que una misma lanzadera aparece a lo largo de todo el recorrido. Tiene igual numeración, manchas y grietas en la carrocería, además de una rueda sin radios, que la fotografiada el 17 de julio, día de la tragedia del MH17, y también al día siguiente, en Donetsk. En 2016, los investigadores ya concluyeron que el misil Buk fue lanzado desde suelo ucranio, controlado en ese momento por rebeldes rusos.

Poco antes de revelar la identidad de los cuatro sospechosos, el proyecto de investigación Bellingcat publicó ocho nuevos nombres “de ciudadanos rusos y ucranios relacionados directa o indirectamente con la caída del vuelo MH17”. Uno de ellos es Valeri Stelmach, “que habría advertido a su jefe directo por teléfono de la llegada de un avión, antes del disparo del misil Buk”. Por otra parte, Oleg Pulatov, ayudante del general de brigada Sergei Dubinsky, del servicio de inteligencia militar de los rebeldes del este de Ucrania, y este último, “jugaron un papel importante en el transporte de la lanzadera del Buk desde Rusia a Ucrania y de vuelta a suelo ruso”, según el colectivo.

Bellingcat utiliza fuentes públicas y sus propias investigaciones, y remite sus conclusiones a los expertos oficiales. En 2018, ya les informaron de que “Oleg Ivannikov, alias Orion”, era, según sus datos, “el oficial ruso implicado en el transporte de la lanzadera”. El otro presunto implicado en la tragedia del MH17 “es el coronel Tkatsjov, reconocido en las grabaciones interceptadas debido al tono agudo de su voz”, añadieron entonces.



Fuente: El País