La Corte tendrá un juez de la Justicia, la política o el clero

La renuncia de Horacio Aguilar a su cargo en la Corte de Justicia de Salta, a menos de dos años de asumir propuesto por el gobernador Gustavo Sáenz, abrió una carrera inesperada por la vacante que deja sorpresivamente para dedicarse a su carrera particular como abogado.

Con la renuncia de Aguilar, que corre a partir del día 30 de abril, se aplica el procedimiento previsto en la Constitución Provincial, por el cual corresponde que el gobernador proponga un nuevo candidato y que ese candidato pase por el Senado, con el proceso de exposición pública que prevé la nueva Constitución.

Cabe aclarar que la Corte puede seguir funcionando con ocho miembros y, para un probable caso que hiciera falta un voto extra para contar con número impar, se integra con otro juez que se selecciona por sorteo. No obstante, el cuerpo puede seguir funcionando y, como antecedente, vale recordar que en el pasado llegó a funcionar incluso con tres miembros.

Lo cierto es que lo que se abre ahora es una etapa de especulación y danza de nombres para ocupar la vacante.

Por otra parte, hay que analizar también que esta renuncia coloca al gobernador Gustavo Sáenz en una situación inédita, ya que la Corte está integrada (al menos hasta el 30 de abril) por tres jueces que él propuso: el propio Aguilar, María Alejandra Gauffín y Adriana María Rodríguez Faraldo.

Ahora el gobernador tendría que proponer un nuevo juez en reemplazo del saliente Aguilar. A ello se suma que existe la posibilidad de que Guillermo Catalano y Sandra Bonari se jubilen pronto y, si eso finalmente ocurriera, Sáenz tendría que proponer otros dos nombres más y, todo esto, solo en el primer mandato.

En caso de acceder a la reelección Sáenz tendrá que proponer los nombres para los cargos que se venzan en ese segundo mandato. Esta inédita situación es producto del régimen de duración de los mandatos. Y en este punto se desprende una novedad: el nuevo juez que proponga el gobernador asumirá con las condiciones de la nueva Constitución, que fue reformada el año pasado, con una duración en el cargo de diez años en vez de seis.

Algunos de los nombres en danza

De acuerdo a lo que pudo averiguar El Tribuno, hay al menos seis nombres en danza para reemplazar a Aguilar. Los mismos provienen tanto de la política como de la Justicia, e incluso con vinculación y patrocinio del clero. Si bien parece pronto para que surjan eventuales reemplazantes, algunos nombres dan vueltas desde el momento que se supo que Catalano y Bonari habían iniciado los trámites jubilatorios. Otros se sumaron recientemente.

Juan Agustín Pérez Alsina: el titular de la Fiscalía de Estado es uno de los nombres que se barajaron en su momento en el Grand Bourg para las próximas designaciones a partir de los antecedentes del ahora funcionario, quien acompaña a Sáenz desde hace varios años en distintos roles.

Martín Plaza es otro de los nombres en danza. Es del riñón cercano del gobernador, actualmente se desempeña como coordinador de la Casa de Salta y mantiene reuniones permanentemente en Buenos Aires con referentes de distintos sectores de la política.

Gabriel Chibán, en tanto, es un hombre cercano a Gustavo Sáenz, corre con muchas chances de acceder al puesto vacante ya que se lo habían ofrecido en alguna oportunidad, aunque luego asumió en la Defensoría General, que era el cargo que había vacante en ese momento.

Un capítulo interesante en esta danza de nombres son los que surgen desde sectores cercanos al gobernador pero más ligados a la Justicia que al Ejecutivo. Es el caso del ministro de Seguridad y Justicia, Abel Cornejo, quien venía impulsando la candidatura del juez Marcelo Domínguez, un magistrado que goza de consenso, aunque los hechos recientes dejaron a su impulsor debilitado para ejercer algún tipo de presión en torno a los posibles nombres.

El de Eduardo Romani es otro de los nombres que entran en la danza. Impulsado por el clero salteño, el abogado que actualmente representa a Monseñor Mario Antonio Cargnello y que supo conducir los destinos del Colegio profesional que los nuclea tiene también alguna posibilidad en las consideraciones a partir de la buena relación que el gobernador mantiene con la Iglesia.

Por otra parte, y si bien no surgieron nombres, no se descarta que el gobernador pueda proponer a una mujer, aunque la idea no cobra fuerza ya que en este momento la Corte está integrada por dos juezas propuestas por él. En todo caso se lo analizaría cuando se concrete la jubilación de Bonari. En definitiva, la idea existe pero aún no hay nombres en danza.

Reforma y renovaciones

En este contexto, cabe recordar cómo continuará el funcionamiento de la Corte a partir de la reforma de la Constitución el año pasado. Con la renuncia de Aguilar quedan ocho jueces, de los cuales en realidad hay seis que se verán afectados, porque Catalano y Bonari ya iniciaron sus trámites jubilatorios.

Los seis restantes pueden acceder a un nuevo acuerdo de diez años, toda vez que la reforma de la Constitución, al no contener disposiciones transitorias, no legisló sobre ese tema, por lo que quedó un vacío legal y la posibilidad de que los seis accedan a un nuevo mandato de diez, que sería el último, ya que no podrían tener una nueva renovación.

Es decir, serían jueces de 16 años en la práctica, salvo Samsón, quien de acceder a un nuevo acuerdo y completarlo estará más años, ya que viene de acuerdos anteriores.

Una renuncia prematura

En junio de 2020 Horacio Aguilar asumía como integrante de la Corte de Justicia de Salta junto a Adriana Rodríguez Faraldo y María Alejandra Gauffin.

Por ahora la Corte de Justicia de Salta queda integrada por Teresa Ovejero (presidenta); Fabián Vittar, Adriana Rodríguez Faraldo, Sandra Bonari, María Alejadra Gauffin, Guillermo Catalano, Pablo López Viñals y Ernesto Samsón.

"Tengo el agrado de dirigirme a Ud. a efectos de presentar mi renuncia al cargo de juez de la Corte de Justicia de Salta a partir del día 30 de abril del corriente año, lo que obedece a una motivación estrictamente personal, dada mi intención de regresar al ejercicio libre de la profesión de abogado", dice la nota que envió Aguilar al gobernador.

En el escrito, con fecha del 22 de abril, el juez agregó: "Me siento honrado por la propuesta y designación, previo acuerdo del Honorable Senado de la Provincia, para esta alta función de la magistratura, que he desempeñado con la mayor dedicación y esfuerzo, con el objetivo de lograr un servicio de Justicia cada vez más eficiente, asentado en los principios de independencia, imparcialidad e integridad que deben regir siempre esa noble y difícil tarea, y que son compartidos por la gran mayoría de quienes se desempeñan en el Poder Judicial de nuestra provincia".

Aseguró que seguirá "bregando por la vigencia plena de los principios rectores que resultan indispensables para un sistema judicial que proteja los derechos y garantías individuales y colectivos sin condicionamientos de ninguna especie, en aras de lograr una sociedad más justa enmarcada en el estado democrático de derecho".