Una joven militante feminista quedó imputada ayer por la difusión de un fotomontaje contra el diputado provincial Andrés Suriani. Se presentó ayer en la Justicia con su abogada pero se abstuvo de declarar.
Ana Quinteros, de 26 años, quedó formalmente acusada de "amenazas" en perjuicio del legislador.
La fiscal penal Gabriela Buabse tomó la decisión de imputar a la joven luego de que Suriani recurriera a la Policía porque recibió un mensaje de WhatsApp con una imagen suya y una leyenda que decía "Muerte a Suriani. No es una metáfora".
"El legislador aportó los datos pertinentes y desde la Policía de la Provincia se realizó un trabajo de investigación que permitió identificar a la acusada, quien había usado el teléfono de un familiar para remitir el mensaje", difundieron ayer desde el Ministerio Público.
Desde el organismo oficial destacaron que "la acusada manifestó al damnificado en forma personal a su teléfono celular "Muerte a Suriani', y reafirmó la amenaza con la leyenda "No es metáfora'".
Tras interiorizarse sobre la acusación en su contra la joven, en compañía de su abogada particular, decidió no declarar.
Feministas de diferentes organizaciones se concentraron ayer frente a Ciudad Judicial para apoyar a Ana Quinteros y manifestarse en contra de la denuncia de Suriani.
"Nada que esconder"
En diálogo con medios de comunicación, Ana Quinteros rechazó que su intención haya sido realmente amenazar la vida de Andrés Suriani.
"Yo no tengo nada que esconder. En ningún momento amenacé a nadie de muerte", afirmó Quinteros. "Fue nada más que un meme. Hoy en día se viraliza cualquier tipo de memes y nosotras también estamos expuestas a los memes que nos hacen por ser feministas o a las declaraciones de este señor", había dicho a El Tribuno el martes, antes de presentarse ante la Justicia.
Ayer, la joven agradeció el acompañamiento que recibió y destacó que está imputada penalmente y debe esperar la respuesta de la contraparte.
Suriani, en tanto, relató que el jueves 17 de enero, después de las 14, recibió la imagen en su teléfono y, al considerar que se trataba de una amenaza de muerte, fue a la comisaría para denunciar, aunque no acusó a nadie en particular porque no sabía quién se la había enviado.
"Banalizan la violencia, olvidando que uno tiene mujer, hijos y demás familiares que se preocupan. La Justicia determinó que la amenaza fue enviada por una joven militante feminista", publicó luego el legislador en la red social Twitter.
El caso generó un intenso debate sobre la actuación de la Justicia en los últimos días.
La humorista Graciela Quipildor, conocida como "la Quipi", opinó del tema en las redes sociales."El diputado del PRO, Andrés Suriani, denunció por amenazas de muerte a una piba feminista por hacerle un meme. Y la Justicia para atender su pedido fue un flash. (...) Pero claro, a la hora de proteger a las mujeres maltratadas se dice colapsada y sobrepasada, con una lentitud cuyo costo siempre pagan las que no tienen quien las defienda", publicó.
"Un meme no mata, Suriani. Vos estás ensañado con las mujeres. Y el odio que vos alimentás es el mismo que nos está exterminando. Suriani, la amenaza de muerte sos vos. Ninguna feminista le tiene miedo a tus abusos de poder, porque en el fondo sos un cobarde", agregó.
Tratamiento
La fiscal que imputó a Ana Quinteros por la difusión de la imagen es Gabriela Buabse, la misma que estaba a cargo del CIF (Cuerpo de Investigaciones Fiscales) cuando emitió un cuestionado documento que se interpretó como la justificación del abuso sexual a una niña.
En octubre de 2012 Buabse firmó un informe del CIF referido a un caso de abuso sexual por parte del chofer de un transporte escolar en el que se concluyó que la víctima, una nena de 9 años, podía provocar deseo sexual.
"Se ubica más bien en un lugar de mujer, mostrando un cuerpo que puede llegar a ser objeto de deseo", decía el informe sobre la niña. El tema generó polémica y nunca terminó de aclararse por qué los responsables del organismo que debía investigar el caso detuvieron a hacer una referencia al tipo de cuerpo que "mostraba" la víctima.
Las militantes que acompañaron ayer a Ana Quinteros reclamaron perspectiva de género en la Justicia e insistieron en que las denuncias sobre violencia machista tardan años en resolverse o no se resuelven, mientras que la joven que hizo una publicación contra Suriani en pocos días fue citada, imputada, le "pintaron los dedos" y afronta un proceso penal.
Fuente: El Tribuno