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Paritarias cortas para afrontar la inflación

07/03/2023  |  OPINION  |  

La semana pasada, esta columna advirtió que el actual programa contra la inflación va a fracasar, como han fracasado los anteriores, dado que parte del mismo equivocado análisis sobre las causas de la inflación y, por ende, sobre las políticas para combatirla.

En efecto, las medidas ortodoxas de ajuste fiscal y de altas tasas de interés combinadas con ciertos acuerdos de precios de raíz heterodoxa que implementa el ministro Sergio Massa son inefectivas frente a una inflación donde pesan fuerte los componentes inerciales. 

La inercia implica que la inflación del pasado se proyecta como piso hacia el futuro porque incorpora en la fórmula de actualización a los costos financieros, alquileres y salarios, entre otros. Por esa razón, la pauta del 60 por ciento de suba de precios para 2023 que promueve Economía se hará trizas contra una dinámica cercana al 100 por ciento anual.

Paritarias

La intención oficial de convencer a los actores sociales acerca de la viabilidad de la pauta de inflación lo llevará al ministro a intentar una negociación política con los sindicatos para evitar paritarias de tres dígitos. La difusión en los medios de comunicación de acuerdos de aumentos salariales de tres dígitos pondría en evidencia que nadie espera que la pauta oficial se cumpla. 

El resultado más probable es la negociación de paritarias cortas con implementación de algunos bonos y actualizaciones que provoquen mejoras adquisitivas de corto plazo, y un esquema posterior de aumentos más acordes a la pauta oficial pero sujeto a revisión. La consecuencia es una dinámica en el poder adquisitivo donde tras la mejora inicial, viene un paulatino deterioro que lleva a una nueva negociación y recuperación salarial.

La disociación entre la realidad y las pautas oficiales de inflación se traduce en un acortamiento de los acuerdos paritarios que surge de la dinámica contradictoria entre la cortesía sindical con el Gobierno y la necesidad de proteger el poder adquisitivo de sus afiliados. 

El achicamiento de los tiempos paritarios es una herramienta de protección del poder adquisitivo de los salarios en momentos de alta e incierta inflación. Sin embargo, acentúa la sobrerreacción de la inflación ante cualquier shock, como sucedió en 2022, cuando ante la suba de los precios internacionales de las materias primas por la guerra en Ucrania, se duplicó la tasa de aumentos de los precios, que pasó de rondar el 50 por ciento a un nuevo piso cercano al 100 por ciento.

En un año electoral como el presente, donde el impulso fiscal a la actividad se ve moderado por la imposición de una ambiciosa meta por parte del FMI, la recuperación del poder adquisitivo del salario se torna una necesidad para sostener el consumo y la actividad. 

Más allá de ciertas políticas de estímulo al consumo que no impactan en el presupuesto que pueda implementar el oficialismo, como ser programas de créditos a tasas subsidiadas fondeados por ANSES y algunos bancos públicos, el sostenimiento del consumo privado va a requerir que las paritarias se sobrepongan rápidamente a la pauta oficial, para llegar a octubre con cierto dinamismo económico.

 

@AndresAsiain



Fuente: pagina 12