Del optimismo al desastre: los cinco escenarios futuros que proyecta el informe climático de la ONU

El informe publicado hoy por el panel climático de las Naciones Unidas (IPCC), que incluye la evaluación más completa hasta ahora sobre el cambio climático, afirmó que “es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra”. Con el ser humano como el mayor responsable de la alarmante situación actual del planeta, el exhaustivo reporte prevé cinco escenarios para el futuro, que serán el resultado de cálculos complejos que dependen de la rapidez con que los humanos reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.

Estos cálculos también están destinados a capturar los cambios socioeconómicos en áreas como la población, la densidad urbana, la educación y el uso de la tierra y la riqueza, al estar directamente relacionados.

Por ejemplo, un aumento de la población conducirá a una mayor demanda de combustibles fósiles y agua. La educación puede afectar la tasa de desarrollo tecnológico. Las emisiones aumentan cuando, con actividades de cambio de uso de suelo, el bosque se transforma en tierra agrícola.

Cada escenario está etiquetado para identificar tanto el nivel de emisiones como el llamado Camino Socioeconómico Compartido, o SSP por sus siglas en inglés, usado en estos cálculos.

Cinco futuros

* SSP1-1.9: El escenario más optimista del IPCC describe un mundo donde las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) se reducen a cero neto alrededor de 2050. Las sociedades cambian a prácticas más sostenibles, cambiando el enfoque de crecimiento económico al bienestar general. Aumentan las inversiones en educación y salud. Cae la desigualdad. El clima extremo se torna más común, pero el mundo logra esquivar los peores impactos del cambio climático. Este primer escenario es el único que cumple con el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global en alrededor de 1,5 grados centígrados por encima de las temperaturas preindustriales, con un calentamiento que llega a 1,5 grados pero luego desciende y se estabiliza cerca de los 1,4 grados para finales de siglo.

* SSP1-2.6: En el siguiente escenario, las emisiones globales de CO2 logran reducirse drásticamente, aunque no tan rápido, llegando a cero emisiones netas después del año 2050. Prevé los mismos cambios socioeconómicos hacia la sostenibilidad que en el primer escenario, pero las temperaturas se estabilizan alrededor de 1,8 grados más altas para fines de siglo.

* SSP2-4.5: Este es un escenario de “mitad del camino”. Las emisiones de CO2 rondan los niveles actuales antes de comenzar a caer a mediados de siglo, pero alcanzan el cero neto para 2100. Los factores socioeconómicos siguen sus tendencias históricas, sin cambios notables. El progreso hacia la sostenibilidad es lento, y el desarrollo y los ingresos crecen de manera desigual. En este escenario, las temperaturas suben 2,7 grados a finales de siglo.

* SSP3-7.0: El panorama en este camino implicaría que las emisiones y las temperaturas aumenten constantemente y las emisiones de dióxido de carbono se dupliquen de los niveles actuales para el 2100. Los países se volverían más competitivos entre sí, cambiando hacia la seguridad nacional y asegurando su propio suministro de alimentos. A finales de siglo, las temperaturas medias aumentarán 3,6 grados.

* SSP5-8.5: Este es el futuro que debe evitarse a toda costa. Los niveles actuales de emisiones de CO2 se duplicarán aproximadamente para el 2050. La economía mundial crece rápidamente, pero este crecimiento se ve impulsado por la explotación de combustibles fósiles y estilos de vida intensivos en energía. Para el 2100, la temperatura global promedio sería 4,4 grados más alta.

¿Qué podemos aprender de esto?

El reporte climático no puede decirnos cuál es el escenario más probable, ya que eso depende de muchos factores, incluidas las decisiones gubernamentales. Pero sí puede ilustrar cómo las elecciones de hoy pueden afectar al futuro.

En cada escenario, el calentamiento global continúa al menos por algunas décadas. Los niveles del mar seguirán subiendo por cientos o miles de años, y el Ártico estará prácticamente libre de hielo marino en al menos un verano de los próximos 30 años.

Pero la rapidez con la que estas situaciones sucedan dependerá del camino que los seres humanos decidan tomar.