Bolivia: la Policía afirma que conserva parte del armamento enviado por Mauricio Macri

En medio de la disputa por las acusaciones del Gobierno al expresidente Mauricio Macri por un supuesto envío ilegal de armamento y municiones a Bolivia durante la crisis política que atravesaba el país de 2019 -y que llevó a la renuncia del entonces jefe de Estado Evo Morales-, las autoridades de la policía boliviana confirmaron que conservan parte de las armas en cuestión.

Así lo afirmó este miércoles el comandante de la policía nacional Jhonny Aguilera, en un video que fue difundido por las redes sociales y publicado por el diario El Deber, de Santa Cruz de la Sierra.

“Sí existen estos elementos en los depósitos de la policía sin carácter documental”, afirmó Aguilera en una conferencia de prensa, y adelantó que investigará quiénes fueron los miembros de la fuerza de seguridad que recogieron el material bélico de la aeronave argentina que arribó a el aeropuerto de El Alto la madrugada del 13 de noviembre de 2019.

Sin especificar cantidades, el jefe policial detalló que entre el cargamento hay municiones calibre 12/70, granadas de gas tipo béisbol, granadas de triple fragmentación, gases pimienta y otros elementos que serán confiscados para ser investigados.

“En carácter material están esos pertrechos, pero no existe ningún solo documento. En el curso del día de hoy, vamos a reconstruir qué funcionarios acudieron al aeropuerto cuando arribó el avión de Argentina, donde funcionarios vestidos de uniforme militar entregaron este material sin ningún tipo de documentación a la Policía Boliviana”, indicó Aguilera.

Si bien, como indicó el jefe de la policía, en Bolivia no se han encontrado documentos que registren la llegada de armas, el embajador actual de la Argentina en La Paz, Ariel Basteiro, aseguró que existen pruebas de que se trasladaron un total de 70.000 cartuchos antitumultos, 100 spray de gas pimienta y 661 granadas de mano. Una parte de ese armamento habría sido derivada a la Fuerza Área Boliviana (FAB) y, el resto, habría quedado en poder de la policía de la nación vecina.