En Chile es exitosa la vacunación pero los contagios no merman

La efervescencia del plan de inmunización que tiene a Chile como uno de los países del mundo con mayor promedio de vacunas administradas por cada 100 habitantes, experimentó un paréntesis luego de una importante suba de contagios de Covid-19 y el endurecimiento de las medidas de restricción y confinamiento que establecieron las autoridades.

El viernes, el Ministerio de Salud reportó 5983 nuevos casos, la cifra más alta de contagios desde el 19 de junio del año pasado y que ocurrió en el pico de la primera ola de la pandemia. El país suma 879.485 infectados desde su primer contagio con coronavirus hace poco más de un año, y 32.707 pacientes se encuentran actualmente en etapa activa de la enfermedad. Los fallecidos alcanzan los 21.541 en total, con 89 decesos según el último informe.

Así, y con más de 4,6 millones habitantes ya vacunados, y un 30% de su población objetiva de recibir el tratamiento ya inmunizado, los chilenos recibieron como un balde de agua fría el aumento de casos. De inmediato se responsabilizó a los traslados interregionales que se realizaron durante las vacaciones verano, y la sensación de falsa seguridad que se generó a partir del vertiginoso proceso de inoculación.

“Es un tremendo logro el del plan de vacunación, pero de forma paralela ha habido un exceso de optimismo por parte del gobierno de manera que la inmunización se hizo sin confinamiento en la mayor parte del país y existió un relajamiento de todas las medidas”, dijo a LA NACION Claudio Castillo, académico de la Facultad de Ciencias Médicas Usach.

“En enero se gestó un permiso de vacaciones que fue utilizada por más de 4 millones de personas, lo que significó que una de cada cinco personas que viven en Chile usaran esta autorización, pero sin medidas especiales para no sobrecargar ciertas zonas turísticas. Además, el plan de retorno de gobierno ‘Paso a paso’ se ha flexibilizó por la presión empresarial y se reabrieron una serie de actividades económicas que terminaron generando mayores riesgos para la población”, añadió Castillo, experto en políticas públicas en salud.

La paradoja que ocurre en el país se intensificó con las últimas cifras asociadas al programa de inmunización del gobierno y el liderazgo que lo llevó a ser el país con el mayor número total de dosis administradas por cada 100 habitantes con un 32,09%, según la organización Our World in Data. Además, más del 75% de las personas mayores de 61 años ya ha recibido una dosis de la vacuna, y ya está garantizado el arribo de 35 millones de dosis del total de más de 10 millones ya llegaron a Chile de los laboratorios Pfizer y Sinovac.

“Lo primero que uno espera con la vacunación masiva no es la disminución de los casos, sino que es la disminución de las hospitalizaciones y de las muertes en los grupos vacunados, 14 días después de haber recibido la segunda dosis. Por esa razón no esperamos ver resultados de la vacunación exitosa traducidos en disminuciones de hospitalizaciones y muertes antes de fines de abril”, señaló María Luz Endeiza, infectóloga y jefa del vacunatorio de la Clínica Universidad de los Andes.

“Para que el plan de inmunización disminuya la tasa de contagios, necesitamos que la población vacunada llegue al 70 u 80%, y todavía falta, aunque esperamos que esto ocurra recién a mitad de año”, añadió la experta.

Otro tema de preocupación está vinculado con los altos niveles de ocupación de camas de terapia intensiva que amenazan con colapsar la red asistencial y que hoy presenta un 94% del total de camas de pacientes críticos ocupadas. Hasta este viernes, en el país se hay 1.926 hospitalizados, 1.616 personas en ventilación mecánica y 201 camas críticas disponibles.

“Hay una fragilidad de la situación sanitaria”, indicó una declaración que realizó la comunidad científica chilena, compuesta por 14 sociedades de científicos y doctores, además del propio Colegio Médico.

Santiago, confinado

El gobierno, que ha exaltado de manera continua su rol en el avance de la inmunización, tomó nota de las últimas cifras y ordenó un paquete de medidas, entre las que destacó el retroceso a la etapa de transición para la Región Metropolitana -que incluye a la capital Santiago-, que se traducirá en confinamiento total durante el fin de semana, toque de queda a partir de las 22 horas, y la prohibición de apertura de gimnasios, casinos y eventos con público.

“Estamos en una etapa crítica, estamos cerca de empezar a liberarnos de esta pandemia, no bajemos la guardia, estamos cerca de liberarnos de esta pandemia, y no bajemos la guardia, sigamos unidos, enfrentando la pandemia, recuperando los empleos perdidos, ayudando a las pymes (…) Vamos a recuperar nuestras vidas”, pidió el presidente chileno Sebastián Piñera, de 71 años, y quien recibió la segunda dosis de la vacuna.

 “Estamos experimentando un rebrote y nos habíamos preparado para esto (…) Por eso tomamos la decisión de que la Región Metropolitana retrocediera a Fase 2 y esperamos que no sea larga, pero dependemos de que las personas se cuiden”, agregó el jefe de Estado.