La jefa de Gobierno de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha asegurado este jueves que se prohibirá de forma inmediata la compra-venta de fusiles de asalto y armas semiautomáticas de estilo militar tras el atentado de Christchurch en el que murieron 50 personas y varias decenas de heridos.
El ataque perpetrado por Brenton Tarrant el pasado viernes 15 de marzo se cobró la vida de 50 personas de entre tres y 77 años. Los familiares y representantes de la comunidad musulmana han pedido desde el sábado pasado que se acelere la entrega de los cuerpos de las víctimas. La mayoría eran inmigrantes o refugiados de Pakistán, India, Malasia, Indonesia, Turquía, Somalia, Afganistán, Bangladés y Siria.
Ardern ha insistido en que se abrirá una investigación para determinar cómo pudo el australiano planificar y llevar a cabo sus ataques en Nueva Zelanda sin que los servicios de seguridad se percataran. El supremacista de 28 años, ha sido acusado por la justicia neozelandesa de asesinato.
Fuente: El País