Un testigo aseguró que “Gallina” Peralta le decía a Víctor que se arrodille y que él lloraba

El fiscal Penal 2 de Metán, Gonzalo Gómez Amado, agravó ayer la situación procesal de José
Luis “Gallina” Peralta y de su hija, Macarena Soledad Peralta; al imputar a ambos por el delito
de homicidio calificado, en la investigación del crimen del joven peluquero, Víctor René
Córdoba. En el caso de Macarena, de 25 años, quien era esposa de Córdoba, le aplicó el inciso 1 del
artículo 80 del Código Penal, que establece que se impondrá reclusión o prisión perpetua al
que matare a su cónyuge. Mientras que a Peralta, de 59 años, suegro del peluquero y
propietario de una radio, le impuso el mismo artículo, pero con el inciso 2, por actuar con
ensañamiento, alevosía u otro procedimiento insidioso.
Ayer ambos fueron trasladados esposados a los tribunales de Metán, donde se abstuvieron de
declarar nuevamente. Por disposición de la Fiscalía continuarán detenidos.
El fiscal Gómez Amado dispuso la modificación del decreto de imputación “por cuanto la
conducta de los acusados está sospechada de criminalidad, toda vez que los mismos habrían
agredido físicamente al damnificado, provocándole heridas de gravedad, consecuencias
directas del deceso del Sr. Víctor Córdoba. Agravándose ésta circunstancias respecto de la
acusada Macarena Soledad Peralta, por tener carácter de cónyuge, como así también respecto
del imputado José Luis Peralta, considerando la forma cruel utilizada para lograr el deceso de
la víctima”.

Un testigo complicó a la mujer de Peralta

El abogado querellante de la familia de la víctima, Federico Delgado, solicitó el lunes la
inmediata detención de Mariela Cuevas, pareja de Peralta y madre de Macarena, debido a que
se encontraba en la vivienda el día que ocurrieron los hechos.
El fiscal todavía no hizo lugar a la petición del letrado, pero un testigo la situó en el escenario
de los incidentes.
Se trata del profesor Mario Carrasco, quien dijo en la Fiscalía, que el 18 de este mes fue a
almorzar a la casa de Corina Bernis en el pasaje Orán del barrio Parque. Dijo que pasadas las 13
se sintieron disturbios en la vivienda de la par, donde generalmente se escuchaba que
hablaban en voz alta “porque son personas nerviosas y que era algo normal”.
Dijo que después sintieron un ruido muy fuerte, como de rotura de vidrios y una voz que decía
“mamá soltame, mamá soltame” (Sic) y que reconoció esa voz como la de Macarena.
“Se sentía llorar a un chiquito y la voz de José Luis Peralta que decía que lo metan en la pieza”,
declaró Carrasco.

Después dijo que se sentía la voz de “Gallina” Peralta diciéndole a Víctor “arrodíllate,

arrodíllate (Sic) y que Víctor lloraba diciendo “mátenme, mátenme (Sic). Posteriormente
sosotuvo que se seguía escuchando hablar fuerte a Peralta diciendo “que no se escape, que no
agarre vidrios y que luego dijo “se escapó”, refiriéndose a la víctima, Víctor Córdoba. Dijo que
luego todo quedó en calma, no se escucharon más ruidos y que Aldo Bernis llamó a la Policía.
Más adelante declaró que antes de que llegue una ambulancia Peralta le decía a su hija
Macarena que fuera a hacer la denuncia por violencia de género “que no sea tonta” (Sic).
Víctor Córdoba falleció el viernes pasado a las 5.10 de la mañana en el hospital San Bernardo,
debido a un traumatismo de cráneo grave, con fractura de calota, provocado con un elemento
contuso con una pequeña punta, según el resulta de la autopsia.

Un testigo clave

Un testigo clave para tratar de esclarecer el hecho es Willians Nelson Contreras, quien
era amigo de Víctor Córdoba.
En su declaración testimonial en la Fiscalía Penal 2, dijo que el día de los sucesos, a
las 14.39, Víctor lo había llamado diciéndole “que le había pegado su mujer y el suegro
y que lo había agarrado porque le había encontrado el celular donde supuestamente
tenía mensajes de otra chica”. Luego Córdoba le dijo a Contreras que fuera a buscarlo
en la Costanera del río Conchas porque estaba mal.
El amigo llegó a los pocos minutos y lo encontró en la segunda garita, tirado en el piso,
contra la pared. En su declaración dijo que la víctima se estaba ahogando y que no
podía respirar, por eso lo llevó en moto al hospital Del Carmen, donde le tuvieron que
hacer maniobras de resucitación por su grave estado. Luego lo trasladaron al hospital
San Bernardo de Salta capital.
Contreras sostuvo que Víctor le dijo que el suegro lo había golpeado con un palo de
escoba y que la mujer le quiso cortar el “cogote”. Además le comentó que el suegro le
había pegado un botellazo en la cabeza.

El dato. En la mañana de ayer efectivos de la Brigada de Investigaciones de Metán allanaron la
peluquería que Víctor Córdoba tenía en la calle Arenales 196, en el centro de la localidad,
buscando pruebas de interés para la causa. El sábado habrá una marcha para pedir justicia por
el cruel asesinato.