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Una vecina reconoció haber visto a Vargas en la puerta de la casa de Jimena Salas

04/05/2021  |  Información General  |  

Continúan declarando los testigos en el marco del juicio por el Crimen de Jimena Salas, que tiene como imputados a  Sergio Horacio Vargas, como partícipe secundario de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria. Y al viudo de la víctima, Nicolás Federico Cajal Gauffín, acusado por el delito de encubrimiento agravado.
La audiencia se reanudó esta mañana en la Sala VII del Tribunal de Grandes Juicios. En primer lugar habló un vecino del barrio San Nicolás. En la oportunidad, dijo que a media mañana (del día del crimen), cuando salía de trabajar vio a su vecina “la señora (Jimena) Salas” en la puerta de su domicilio con una mujer en moto. Luego, recordó, que al regresar alrededor de las 13.30 pudo observar a Nicolás Federico Cajal Gauffín llegando a su casa y que se saludaron.
Luego, el vecino ya en su casa, escuchó dos gritos y tras conocer sobre el hecho (según los relatos), supuso que se trataba de Cajal Gauffin. Cuando llegó su marido, oyeron gritos y ella le pidió que no salieran para evitar problemas.

Sumaron testimonios

La segunda testigo, otra vecina del barrio San Nicolás, dijo que el 27 de enero vio en la puerta de su casa un auto similar al de su vecino Cajal Gauffin maniobrando en el pasaje. No vio el rostro de la persona, pero si las mangas arremangadas y un reloj dorado.
Le siguió la declaración de un tercer testigo, quien vive en cercanías de la casa de Jimena, que recordó que el día de los hechos vio un automóvil oscuro estacionado en la puerta de la casa de Salas, pero no vio a nadie. Alrededor de las 12.30, contó, tocó a su puerta Jimena Salas y le preguntó si era suyo un perrito que casi habían atropellado. Le pregunto, además, si no sabía de quién era. A lo que le respondió informándole sobre la existencia de una red de vecinos y le dijo que publicaría el aviso. Posteriormente dijo que el 27 de enero, alrededor de las 12.10 llegó Vargas a su domicilio ofreciendo productos para chicos (calzado) y le preguntó por una familia, cuyo nombre no recuerda.

Una cuarta testigo, reconoció a Cajal Gauffin como su vecino y a Vargas como quien le ofreció los productos, y señaló que vio a este último vistiendo un chaleco azul y gorra, y tras pasar por su casa lo vio en la puerta de Salas. También manifestó que no recuerda haber visto antes a Vargas en la zona. 

Tras un cuarto intermedio de 10 minutos, continuó la crónica. Respecto de Vargas, la vecina dijo que le ofreció sandalias y ella le dijo que gracias y se fue adentro para atender a sus hijos. No recuerda sus prendas, pero si que llevaba un bolso. En cuanto a la persona que preguntó por el perro, dijo que vio que circulaba en un auto y lo vio alejarse hacia la ruta. Era joven, educado y tranquilo, puntualizó, y se refirió a que Vargas se presentó en su casa a ofrecerle calzado y anteriormente, un joven le preguntó si un perrito caniche le pertenecía y si podía dejarlo hasta que encontrara al dueño.

 


 



Fuente: El Tribuno