Image

Importaciones: por qué se recuperó el crédito comercial en 2022

12/01/2023  |  Economía  |  

En 2022, las importaciones totales en la Argentina rondaron los u$s76.000 millones, según el total FOB del año pasado, un 27% por encima de los u$s59.400 de 2021. Y, de ese monto, el 10%, unos u$s7.600 millones, fueron financiados con crédito comercial otorgado por los proveedores (o filiales en el exterior) de las empresas importadoras. Esto es una novedad para nuestro país, ya que no se practicaba más ese tipo de operatorias en comercio exterior.

Ese mecanismo de financiamiento está en línea con lo que prevé el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA)que reglamentó en octubre pasado el Gobierno en reemplazo del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), que estaba vigente hasta ese momento. Ese nuevo sistema permite un análisis de la Capacidad Económica y Financiera del importador, traza un “Perfil de Riesgo Aduanero y Fiscal” (en función de sus antecedentes en materia de sobrefacturación de importaciones y uso abusivo de cautelares o presentación de falsas Declaraciones Juradas) y creó una cuenta corriente única de Comercio Exterior a través de la cual se puede concretar el financiamiento de las importaciones por parte de los proveedores.

“Ante la urgencia de acumular reservas y que no se vayan por el pago de importaciones y, teniendo en cuenta que no se puede trabar el ingreso de insumos para la producción, hay sectores que pueden acceder a divisas por diversas formas: ya sea por la casa matriz del proveedor, a través de créditos internacionales o accediendo a dólares financieros”, explica el economista Federico Glustein, en diálogo con Ámbito.

Importaciones: Argentina recuperó el crédito comercial

Eso hizo que Argentina recuperara el crédito comercial en 2022, que estaba prácticamente muerto. De hecho, mientras el año pasado registró un saldo de crédito (negativo) de u$s7.600 millones, en 2021, hubo excedente positivo a favor de los proveedores de u$s1.700 millones, es decir que se pagó más de lo que se importó en concepto de adelantos de importaciones.

Y, la contraparte de esta tendencia fue que “los pagos anticipados de importaciones cayeron 61%, al igual que los pagos a la vista, que tuvieron un descenso del 78%, mientras que los pagos diferidos de importaciones crecieron 18%”, indica el economista Federico Vaccarezza, experto en comercio exterior.

El sistema de importaciones se volvió más flexible en cuanto a las fuentes de financiamiento para que las empresas pudieran seguir produciendo.

El sistema de importaciones se volvió más flexible en cuanto a las fuentes de financiamiento para que las empresas pudieran seguir produciendo.

Ignacio Petunchi

Sin embargo, a diferencia de lo que muchos importadores denunciaban antes de la implementación del SIRA, destaca que, “desde que se aplicó la medida hasta ahora, casi no hubo retrasos con las importaciones por cuestiones cambiarias” y asegura que esto se debe a que “lo que se hizo fue ordenar un poco la cuestión que tiene que ver con la disponibilidad de dólares para el mercado y, además, se logró una mejor fiscalización respecto del destino real de las importaciones”.

Así, evalúa que habilitar otros mecanismos de financiamiento por fuera del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) “fue oportuno en su momento”, si bien trajo un poco de incertidumbre en un principio, sobre todo respecto de lo que podía pasar con las PYMEs importadoras.

Cómo se financian las PYMES y las grandes empresas

Pero explica que más del 50% de las importaciones en Argentina son realizadas por grandes empresas que se pueden financiar intrafirma (es decir, con sus filiales en el exterior) y, por lo tanto, “no tienen dificultades para autofinanciarse”. En tanto que muchas Pequeñas y Medianas Empresas (PYMEs), tenían sus dólares propios, optaron por pagar con esos activos las compras al exterior, sobre todo los insumos, y después trasladaron a precios la diferencia de costo con el oficial, en tanto que las que pudieron, desde ya, accedieron a financiamiento.

“Así, hay quienes se financiaron accediendo a dólares financieros, pagando el 80/90% más por moneda extranjera para no trabar la producción”, acota Glustein. Este economista considera que esto ha sido una dificultad para varios sectores y opina que se debe seguir avanzando en transparentar los mecanismos para que los sectores puedan hacerse de bienes y servicios del exterior con mayor celeridad. “Acceder a los mercados financieros locales e internacionales es una respuesta, pero hay que seguir trabajando para que el superávit se ponga en favor de la producción”, observa.



Fuente: Ambito