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Dal Poggetto: "La brecha actual es perversa, pero Massa saca conejos de la galera todo el tiempo"

11/01/2023  |  Economía  |  

La situación económica argentina parece haber logrado cierta mejoría en el último tiempo, particularmente desde la llegada de Sergio Massa a Economía, pero el equilibrio que se pudo lograr es muy delicado aún. Así lo plantea en una charla mano a mano con Ámbito la economista y directora de la consultora Eco Go, Marina Dal Poggetto, quien se comentó que fue una de las consultadas por Massa para ocupar el cargo de viceministra al momento de integrarse a la actual gestión de Gobierno y quien también habría sido tentada a ocupar un lugar en la mesa del directorio del Banco Central (BCRA) hace tres años. La analista aborda la situación económica con la mirada puesta, en principio, en marzo y, luego, en las elecciones primarias (PASO), que le ponen un horizonte de tiempo al equipo económico actual en sus posibilidades de colocación de deuda.

Califica la brecha cambiaria, que en este momento está en torno al 100% con el dólar blue y en torno al 80% con los financieros, como “perversa” y advierte que es insólito estar en un contexto en el que el Gobierno administra la escasez de dólares cuando ha tenido nivel récord de exportaciones. “El problema es que, con el financiamiento en la pandemia, un mal manejo de la deuda en pesos y una reestructuración mal hecha se fue generando esta situación”, advierte, con cierto tono de reproche al manejo de la economía que hizo Martín Guzmán. Todos estos temas, así como los principales desafíos para el equipo económico actual hacia adelante, en esta entrevista.

Periodista: En breve se conocerá el dato oficial de inflación de diciembre del año pasado y todo indicaría que estará en niveles similares al mes anterior. ¿Cómo evalúa la dinámica inflacionaria actual y la gestión del Gobierno en este sentido?

Marina Dal Poggeto: Nosotros tenemos una estimación de inflación para diciembre del 5,2% y podría estar incluso por debajo del 4,9% de noviembre. Viniendo del 7,4% en junio parece una algarabía, pero, anualizado, es del 80%. Esta baja lograda responde a que el Gobierno está generando un esquema de desinflación coordinada, que consiste en ir negociando sector por sector manejos de precios contra la facilitación del acceso al mercado cambiario o el destrabe de algunas situaciones particulares que puede tener un determinado sector por las trabas vigentes. Asimismo, se ve beneficiado por una baja en el precio de la carne, que viene estancado hace ya un tiempo.

Además, un BCRA que está retrasando el ritmo de devaluación del peso: que lo venía llevando entre el 6% y 7% mensual, lo retrasó más cerca del 5% en el último mes y, ahora, está testeando llevarlo en torno al 4% incluso. Y hay que ver qué pasa en enero y febrero con la demanda de pesos, época en la que generalmente cae. Eso, con un Central comprando menos dólares, puede hacer que la brecha vuelva a tomar temperatura. En consecuencia, marzo es el primer horizonte de corto plazo para la política económica. Cuando veremos qué pasa los acuerdos de precio, con el valor de la carne, con la agenda tarifaria y los salarios.

P: ¿Cuál le parece que es el motor que le va permitiendo el Gobierno alcanzar estos logros y cómo ve la perspectiva para el resto de este año?

M.D.P.: Lo que no se le puede criticar a Massa que no trabaja. Negocia todo ofreciendo "zanahorias", pero el problema es que tienen un costo alto hacia adelante. El tema es que este contexto tiene detrás un balance del BCRA al que le sobran pesos en la economía y le faltan dólares en las reservas. Y la perspectiva de la cosecha apunta a una caída de la oferta de dólares para este año, con una soja que está por debajo en precio del valor de 2022, por ahora, y las cantidades, a priori van a estar abajo también por la sequía. Sumado a eso, tenemos hacia adelante una demanda de dólares fuerte por la cancelación de deuda, en torno de los u$s8.500 millones (de los cuales u$s4.000 millones son vencimientos con el Fondo Monetario (FMI) en términos netos, u$s2.000 millones con el sector privado, u$s1.500 millones de deuda con las provincias y u$s1.500 millones con empresas del sector privado).

Este año lo arrancamos con pocos dólares y tenemos un Ministerio de Economía que administra esa escasez con un régimen en el acceso al mercado cambiario está atado a los acuerdos de precios que va cerrando. Y, como no quiere devaluar, va a un esquema de sucesivos desdoblamientos cambiarios. Así, la economía se enfrenta a un esquema que uno pensaba que no funcionaría, pero, en el corto plazo, empieza a ser eficaz. Massa no para de sacar “conejos de la galera”: una discusión abierta sobre la deuda de pesos, avances en un acuerdo con Brasil y el acuerdo FATCA. Y eso lo está ayudando.

P: ¿Cuáles son los elementos más preocupantes que ve en este esquema, más allá de “los conejos” y la eficacia a corto plazo que va logrando la actual gestión económica?

M.D.P.: Yo considero que una brecha cambiaria en los niveles actuales es perversa porque el importador paga lo que compra a mitad de precio y el exportador cobra la mitad por lo que vende. El problema es que, por el otro lado, está emitiendo pesos para financiar el agujero fiscal, para sostener el mercado de bonos y para la intervención en el mercado de deuda. Además, están imprimiendo por una tasa en pesos que te quedó fuertemente positiva: la LELIQ rinde un 105% efectivo anual, contra una inflación que, en el margen, está en el 80% anual.

Si bien es cierto que están extendiendo los plazos de la deuda. Lograron colocar bonos a abril, mayo y junio, cuando hasta ahora nadie compraba una a marzo, tienen un límite que son las PASO. La oferta electoral y el resultado de las primarias van a ser esenciales para que el Gobierno logre seguir administrando esta escasez. Lo viene haciendo con cierto resultado gracias a cuatro elementos clave: Un FMI que no objeta el desdoblamiento cambiario ni la intervención en el mercado de bonos y flexibiliza metas. El establishment está ayudando porque resigna márgenes a cambio de algunos beneficios. La coalición oficialista también está colaborando porque a Massa no le pega. Y hay una oposición que tiene muchas dificultades para acordar entre ellos.

Pero eso no alcanza. La Argentina debería tener algún acuerdo político con capacidad de fijar un plan de estabilización. La dinámica monetaria que tenemos es perversa y tenemos que salir de esto. Para ello, la primera condición es corregir los precios relativos, la segunda, el déficit fiscal y la última, el cuasifiscal.



Fuente: Ambito
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