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La discusión por la suba de tasas: opinan economistas

14/12/2021  |  Economía  |  

“En materia de tasa de interés, el hecho de pregonar que es necesario para fortalecer el mercado de capitales para que nuestro país pueda tener un esquema de tasa real positiva, es una premisa que desde lo conceptual es compartida por esta administración. Pero obviamente hay que contextualizar los resultados de este último año principalmente. Si se observa la tasa real en lo que va de esta administración, hubo muchos meses de tasa de interés positiva, pero existieron complicaciones este año, producto de la aceleración inflacionaria del primer trimestre en un contexto en el cual no es una novedad para el resto del mundo, ya que la tasa es negativa es muchos países. Obviamente que la Argentina tiene una nominalidad mucho más desordenada” aseguró Sergio Chouza, economista y consejero en Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR).

Por su parte, el economista Martín Burgos sostuvo que “la cuestión va más allá de la petición del Fondo Monetario Internacional, ya que, en la Argentina es una discusión de hace bastante si se debe o no subir la tasa de interés”. En este sentido dijo que “hay que tener en cuenta que la tasa de interés del BCRA actúa como tasa de referencia, pero no es la única. Por lo que se puede aplicar una política diversificada. Esto implicaría, por un lado, una política de tasa de interés específica para las pymes con el objetivo de no afectar su financiamiento; y, por otro lado, una política para los ahorristas”.

Consecuencias

Ambos analistas coincidieron que una tasa de interés alta afectaría al financiamiento de las empresas, por lo que perjudicaría la matriz productiva. A su vez, señalaron que el objetivo del gobierno es continuar la reactivación económica de cara a salir de la crisis provocada por la pandemia.

“Está claro que hay una relación negativa entre los niveles de tasa de interés nominal y real con el resultado en términos del impulso sobre la actividad productiva y el consumo interno. Es una relación negativa que vale para todos los países, pero mucho más para un país como la Argentina con una macroeconomía tan debilitada. Además, al tener un esquema de inflación tan alta hay un efecto nominal insoslayable sobre la actividad productiva que se maneja mucho con un financiamiento elevado, por lo que cualquier movimiento en la tasa de interés, se trasmite de manera automática, y muy significativa a todas las tasas de la economía. Esta es la razón por la cual no se tuvo una respuesta de corrección automática ante el primer desvío de la inflación efectiva respecto de la inflación esperada. Me parece que con un 2021 en el que se empezó a reactivar la materia productiva y de consumo, tener una tasa subsidiada en exceso y dar un impulso de tasa, no es lo más indispensable a corto plazo”, dijo Chouza.

Burgos, en tanto, señaló que “lo que sucede si únicamente se sube la tasa de interés es que no hay liquidez, se seca la plaza, se restringen los créditos, por lo que las empresas entran en una situación bastante compleja por la falta de financiamiento”. En este sentido, continuó, “descarto que el gobierno vaya por ese lado, ya que está buscando no frenar la economía, sino que siga creciendo para lograr salir de la crisis provocada por la pandemia. Para eso, puede que hagan una mejora de la tasa para ahorristas y a la vez, poner a disposición de las empresas financiamiento para que puedan tomar con el objetivo de mejorar sus esquemas productivos. Sería una política diversificada, con distintos segmentos para evitar un impacto negativo en toda la economía”.

Finalizó su análisis Chouza: “No veo una lógica de ir corriendo la liebre por detrás y ante cada desajuste de precios modificar la tasa de interés. Sino que veo, en el gobierno, esfuerzos de anclar la nominalidad de precios de la economía y por ende ir naturalmente convergiendo tasas de interés positivas. Porque las consecuencias en términos productivos y de consumo serian sensibles. Además, es un poco peligroso mover la tasa de interés cada vez que se mueve la inflación, ya que puede volverse como un espiral, donde la tasa misma es en parte un combustible inflacionario por su íntima ligación con la actividad productiva, que se incorpora como un costo más de financiamiento para muchas empresas, por lo que puede ser riesgoso”.



Fuente: Ambito