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El Banco Central giró $80.000 millones al Tesoro pero el mix de fondeo sigue equilibrado

14/07/2021  |  Economía  |  

El Banco Central le giró al Tesoro $80.000 millones en concepto de utilidades el martes 6 de julio. Fue la segunda transferencia en menos de dos semanas, luego de que el 25 de junio la entidad que preside Miguel Pesce enviara $90.000 millones a la cartera de Martín Guzmán por el mismo concepto, en un momento del año de fuerte estacionalidad en el gasto por el pago de aguinaldos. Pese al nuevo giro, en lo que va de 2021, Economía sostuvo un “mix de financiamiento” equilibrado entre emisión monetaria y colocaciones de deuda en pesos. Es algo que buscará extender en un segundo semestre más exigente para evitar mayores tensiones cambiarias. El tema fue uno de los ejes de las reuniones técnicas con el FMI, que reclama políticas más restrictivas.

Desde el inicio del año, la asistencia monetaria directa del BCRA al Tesoro acumula $410.000 millones. Fueron $190.000 millones en adelantos transitorios y $220.000 millones en transferencias de utilidades. Esto representa el 51% de las fuentes de financiamiento a las que apeló Guzmán para cubrir el déficit de las cuentas públicas ya que, en paralelo, consiguió un fondeo neto en el mercado (nuevo endeudamiento) por $394.000 millones que solventó el 49% restante.

Esto quiere decir que, hasta ahora, el Gobierno sobrecumplió el objetivo de reducción de la asistencia del BCRA, que el Presupuesto ubica en el 60% de las fuentes financieras. La intención oficial es minimizar la emisión monetaria bajo la idea de que una mayor inyección de pesos en la economía sumaría demanda a la típica dolarización preelectoral y complicaría el plan para sostener la estabilidad cambiaria, que el fin de semana sumó nuevos controles para contener la brecha. Pero, al mismo tiempo, fuentes del equipo económico reconocen que en los próximos meses será aún más compleja la posibilidad de ampliar el fondeo en el mercado: de acá a fines de septiembre vencen alrededor de $1,2 billones de deuda en pesos, el grueso en manos privadas, y el primer desafío pasará por refinanciar esos pagos.

Además, luego de un comienzo de año de marcada disciplina fiscal –que hizo que el déficit primario acumulara apenas 0,1% del PBI entre enero y mayo-, el Gobierno rompió el chanchito y se apresta a ampliar el gasto en el segundo semestre. Por un lado, con la ampliación de algunas partidas sociales y, por otro, con una aceleración de la inversión en obra pública en la antesala de las legislativas. Esto incrementará las necesidades de financiamiento ya que los ingresos del fisco seguirán creciendo pero lo harán a un menor ritmo producto de la desaceleración de las retenciones por el cierre de la cosecha gruesa y la culminación del pago del Aporte de las Grandes Fortunas.

En ese marco, la consultora Equilibra estimó que el Tesoro demandará en la segunda mitad del año unos $900.000 millones más entre utilidades y adelantos transitorios del BCRA para completar una asistencia monetaria en torno a los $1,2 billones que marca la pauta del Presupuesto. Aunque en el Gabinete económico no descartan que pueda ser algo menor. Eso dependerá, en parte, de cuál sea la magnitud del impulso fiscal y de cuál sea el financiamiento neto que obtenga la Secretaría de Finanzas en sus colocaciones de deuda en pesos.

Este fue uno de los puntos claves de debate en las reuniones técnicas que mantuvieron en Venecia, durante la cumbre ministerial del G20, los funcionarios de Economía encabezados por Guzmán y la misión del FMI liderada por Julie Kozack –número 2 del Fondo para la región- y Luis Cubeddu –responsable del caso argentino- en el marco de la negociación del nuevo programa para refinanciar la deuda de u$s45.000 millones que contrajo Mauricio Macri. Como contó Ámbito, el organismo reclama políticas fiscales y monetarias más estrictas para Argentina para reducir la inflación. Así lo explicitó en un informe previo al encuentro de este grupo de países, que contrastó con el reconocimiento de la multicausalidad de la suba de precios que había realizado meses atrás.

En sendos comunicados publicados el martes tras cinco días de reuniones, tanto Economía como el FMI resaltaron que “se lograron avances concretos en entendimientos” en tres ejes. Uno de ellos fue el de determinadas “políticas para el desarrollo del mercado de capitales doméstico”. En ese marco, fue que el Gobierno terminó de lanzar el programa de Creadores de Mercado (ver aparte), con el que buscará llevar mayor liquidez al mercado secundario de deuda pública para apuntalar las colocaciones del Tesoro e intentar acotar aún más la asistencia monetaria del BCRA.

Así, las secretarías de Hacienda y Finanzas publicaron la resolución conjunta 1/2021, que modificó un programa similar de Market Makers que había sido impulsado por la administración anterior en 2019, y la Comisión Nacional de Valores aprobó la nueva reglamentación dictada por el MAE para instrumentar esta nueva herramienta. Se trata de una iniciativa que se suma a la regulación del Central que permitió a los bancos integrar como encajes títulos públicos para llevar mayor flujo al mercado de deuda soberana en pesos.

Los otros dos ejes en los que FMI y el Gobierno destacaron avances concretos son las políticas para la “administración tributaria”, lo que adelanta nuevos cambios impositivos, y “el desarrollo de sectores generadores de divisas”.



Fuente: Ambito