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Boca y Vélez empataron 0 a 0 en Liniers, que descargó su bronca con Zárate

13/05/2019  |  Deportes  |  

Vélez y Boca no pasaron del empate sin goles en Liniers, como tampoco dejaron pasar los hinchas del fortín la oportunidad de insultar a Mauro Zárate, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa de la Superliga, que ahora se definirá en la Bombonera.
Zárate, que despertaba más atracción en la previa casi que el propio partido, fue insultado por la hinchada velezana desde que se entonó el himno al comienzo del partido hasta que salió de la cancha después de jugar los 90 minutos de manera irregular, quizá tocado precisamente por el hostigamiento permanente de todo el estadio. 
Y tal vez eso fue lo más llamativo de la noche de Liniers, porque en lo futbolístico el partido dejó atrás las expectativas y si bien el que estuvo más cerca de la victoria fue Vélez, el encuentro se desarrolló dentro de un nivel muy flojo de ambos.


Claro que para que Vélez no jugara, la responsabilidad fue del planteo defensivo dispuesto por Gustavo Alfaro, muy al estilo del técnico que trabajó toda su carrera. La pared lineal conformada por Iván Marcone, Nicolás Capaldo y Nahitan Nández fue difícil de escalar para los volantes locales en el primer tiempo, mientras que la defensa ‘xeneize‘ también se mostró muy sólida durante esos 45 minutos iniciales.
E inclusive durante la media hora inicial del segundo período las alternativas no variaron demasiado, convirtiendo al desarrollo un negocio bastante redondo para Boca, considerando que el jueves debería contar con mejores opciones como para pasar de ronda.
Para eso Boca deberá el formato con el que encarará ese encuentro, porque tendrá que atacar para llegar al arco de Lucas Hoyos, que ayer prácticamente no conoció.
El que sí terminó conociendo la valla rival fue Vélez, pero recién en el cuarto de hora final del partido, cuando los xeneizes sucumbieron ante la presión de los velezanos, que generaron cuatro situaciones claras como para llevarse el triunfo que, por apretado margen, hubiesen merecido.
Sin embargo, por tres veces Esteban Andrada impidió que llegara el tanto local con magníficas atajadas y el travesaño también le impidió el grito a Nicolás Domínguez.
Ese tramo del partido fue lo más emotivo de la noche de Liniers, dejando de lado el público local por un momento la obsesión por castigar a Zárate desde los denuestos para empujar a los suyos, a los que veían muy cerca del triunfo.
Sin embargo, este éxito nunca llegó porque Andrada terminó siendo clave en un momento definitorio y por ende se transformó en la figura del encuentro, y porque Vélez no estuvo tan fino.



Fuente: Clarin
Tags:  boca velez empate