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Netanyahu y la oposición apuran la campaña hasta el último momento

09/04/2019  |  Internacionales  |  

Las dos grandes fuerzas en liza en las legislativas de Israel han hecho campaña este martes hasta en la misma jordana electoral. Un puesto del Likud, el partido conservador del primer ministro, animaba a votar a Benjamín Netanyahu a las puertas de un colegio de la calle de Hillel, en el corazón de Jerusalén. Frente a frente, un tenderete de la alianza de centro Azul y Blanco --llamada así por los colores de la bandera israelí-- pedía el sufragio para su líder, el exgeneral Benny Gantz, a quienes se dirigían al centro de votaciones.

La ley electoral, que tampoco prevé una jornada de reflexión, permite la propaganda de los partidos hasta el último minuto. Dos jóvenes simpatizantes del partido de la izquierda pacifista Meretz –que corre el riesgo de desparecer de la Kneset (Parlamento) si no supera el listón del 3,25% de los votos– repartían pegatinas con buen ánimo, pese a los pronósticos pesimistas de los sondeos.

“He dudado entre votar a los laboristas o a Meretz”, explicaba tras depositar su papeleta Natalia Katz, de 23 años, pedagoga de origen argentino, “pero los partidarios de la paz necesitamos estar representados en la Kneset”. “Me preocupa que no vaya a haber nadie en el Parlamento que defienda un acuerdo con los palestinos”

La tasa de participación en los comicios era de un 35% a las 14.00 locales, similar a la de las elecciones de 2015, según informó la televisión pública israelí. “Lo habitual es que los electores acudan en masa por la tarde”, explicaba Yoav Cohen, apoderado del Likud en una de las mesas electorales. Las calles del centro Jerusalén estaban. a rebosar y mostraban un ambiente semifestivo la primaveral jornada de votaciones. Con las clases suspendidas, muchos ciudadanos acudían con sus hijos a depositar el sufragio con sus hijos. Los centros de votaciones cierran a las 22.00 horas local (21.00 en España peninsular, 19.00 GMT), momento en el que se conocerán los primeros sondeos a pie de urna elaborados por las cadenas de televisión.

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Israel vive unas elecciones decisivas en las que Netanyahu intenta revalidar el cargo de jefe del Gobierno en un quinto mandato, después de 13 años en el poder, los 10 últimos de forma ininterrumpida. Tiene quien le apoya sin restricciones. Víctor Sharon, técnico industrial de 50 años, ha viajado 21 horas desde la capital mexicana, donde reside, para ejercer su derecho al sufragio. En Israel no existe el voto por correo ni en el exterior, que está limitado a los diplomáticos y a los marinos. “Este Gobierno lo ha hecho muy bien”, aseguraba antes de depositar su papeleta. "Mis opciones preferidas son el Likud o el partido Nueva Derecha (nacionalista radical, liderado por el ministro de Educación Naftali Bennet). Pero ha sido Netanyahu quien ha logrado el éxito de que Estados Unidos reconozca nuestra soberanía sobre los Altos del Golán(territorio sirio ocupado por Israel desde 1967)”.

Con los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania clausurados por razones de seguridad, las votaciones se han desarrollado sin apenas incidentes. La policía confiscó decenas de cámaras de vídeo que portaban los interventores del Likud en colegios electorales con mayoría de población árabe (minoría que representa a una quinta parte de los cerca de nueve millones de habitantes del país), según informó el diario Haaretz. La Comisión Electoral Central ha decretado que los votantes no pueden ser grabados en los colegios electorales.

Dispositivo para el voto de los ciegos

Israel ha estrenado en estos comicios un sistema de voto autónomo para invidentes. El árabe israelí Naim Bassa no podía ocultar este martes su satisfacción. A sus 59 años ha podido votar sin que nadie conozca por quién se ha decantado. Antes necesitaba una persona a su lado para elegir la papeleta. “Es la primera vez que mi mujer no me acompaña”, explicaba con una sonrisa.

La mayoría de los palestinos de la Ciudad Santa no pueden votar en estas elecciones porque son residentes en Israel, pero no tienen la ciudadanía israelí. No es el caso de Naim, que vive en el Monte de los Olivos, en Jerusalén Este. Reconoce que no se siente representado por los grandes partidos hebreos que aprobaron leyes como la del Estado-nación judío, que le relega a la condición de ciudadano de segunda. “Nunca habrá solución al problema de Jerusalén pero si la ciudad se dividiese, votaría en el Este”, asegura.

Naim acudió al Centro Multiservicios para Ciegos, donde se ha habilitado el único colegio electoral jerosolimitano dotado de dispositivos que permiten a los invidentes “leer” las papeletas sin ayuda externa. El aparato, desarrollado por la firma Orcam, se acopla en la patilla de cualquier gafa de tal forma que escanea el texto que tiene delante y traduce la escritura a lenguaje de voz.

“Las papeletas en braille no se usan. El sistema no se considera seguro porque cualquiera puede perforarlas, deteriorarlas o generar confusión en la persona”, explica Rebecca Weiss, una de las asistentes de Orcam encargada de instruir a los invidentes en el uso del dispositivo.

Las papeletas que se utilizan son las mismas que en el resto de los colegios. La única diferencia radica en el cajón que contiene los sufragios, en cuyo lateral se encuentra escrito en braille el nombre de cada una de las formaciones políticas. Esto ahorra tiempo al votante invidente y le facilita escoger la papeleta. Una vez elegida, solo con colocarla delante de las gafas, la voz del dispositivo le confirma si se trata de la correcta.

En otros países, como es el caso de España, el voto de las personas ciegas o con discapacidad visual es secreto gracias al uso de unos kits especiales de votaciónque hay que solicitar anticipadamente.

El Centro para Ciegos de Israel se ha dedicado en los días previos a la cita electoral a informar a los invidentes de que en estos comicios iban a poner en práctica esta experiencia piloto en 12 colegios electorales repartidos por todo el país. De los 24.000 invidentes registrados oficialmente en Israel, 22.000 tienen derecho al sufragio “Por primera vez mi voto es realmente secreto”, se ufanaba Yanatan, tras depositar la papeleta en la urna en el colegio electoral del centro para ciegos de Jerusalén.



Fuente: El país