Image

El ‘gánster sindical’ que devuelve la socialdemocracia a Finlandia 20 años después

15/04/2019  |  Internacionales  |  

Anttie Rinne tiene una misión mayúscula: "Transformar Finlandia en un país más humano", como prometía en su programa electoral. Acaba de ganar por la mínima (40 diputados frente a 39) las elecciones al Eduskunta (Parlamento finlandés) y desde este lunes, liderará las negociaciones para formar un Gobierno estable en el país nórdico de cinco millones y medio de habitantes. A los primeros que llamará será a los Verdes de Pekka Haavisto —"la gente está pidiendo un Ejecutivo rojiverde", aseguró el lunes pasado durante una entrevista con este diario en una cafetería en el centro de Helsinki— y después a la Alianza de Izquierda de Li Andersson. A pesar de que el Gobierno final no verá la luz hasta dentro de varios días —o meses, por los ajustadísimos resultados— los socialdemócratas recuperan el poder en Finlandia por primera vez desde 1999.

Pese a su visible timidez, Rinne, nacido en Helsinki y educado entre Hyvinkää y Loviisa (sur), es un  político curtido en los sindicatos del país nórdico. Su militancia y la organización de varias huelgas que rozaban la ilegalidad hicieron que le apodaran el gánster sindical. Durante los últimos meses ha hecho una campaña discreta apoyándose en caras nuevas del partido con más carisma que él. Además, estuvo varias semanas ausente en precampaña por problemas de salud que se originaron por una neumonía que le diagnosticaron en España. 

Markk Jokisipilä, del Centro de Estudios Parlamentarios, asegura que será el próximo primer ministro de Finlandia con un Gobierno arcoíris. Es decir, en el que entren en coalición entre cuatro y seis partidos. Rinne devuelve la socialdemocracia al liderazgo del país por primera vez desde 1999 y asegura que darle voz a los jóvenes ha sido la fórmula para recuperar la confianza de la ciudadanía. Desde 2017, medio millar de personas trabajan para darle forma a un programa más social y más ecológico que nunca.

Este amante de la naturaleza —como cualquier otro ciudadano del boscoso país—, de la pesca y de los deportes también fue ministro de Finanzas hasta 2015, cuando arrancó el Gobierno tripartito conservador de Coalición Nacional, los liberales de Centro y la extrema derecha de los Verdaderos Finlandeses (VF), primero y, tras su escisión, Futuro Azul, después.

Rinne es consciente del auge de los VF, que han quedado segundos con 39 diputados, y lo achaca a la austeridad del Ejecutivo anterior como los recortes en ayudas sociales y la congelación de pensiones. Pese a eso, se resigna a tener que hablar con ellos para formar Gobierno. "Finlandia es diferente a Suecia. Aquí, la Constitución establece que el candidato más votado tiene que liderar las conversaciones para formar un Gobierno con todos los partidos, sin excepción", explica. Aunque en la práctica, no ve ninguna cooperación con ellos. "Un Gobierno de coalición debe tener una base de valores común. Y nosotros, con los VF no la tenemos", dice.

Rinne, de 56 años, se ve a sí mismo como una persona "honesta" que cree "fuertemente" en la justicia social. La tercera edad es una de sus grandes preocupaciones en un país que envejece rápidamente. Según datos oficiales, una cuarta parte de la población tendrá más de 65 años en 2030, una cifra que el actual sistema de bienestar no puede soportar. Especial atención le pone a los cuidados "humanos" de los mayores. "Solo hay 0,7 enfermeros por cada paciente", sostiene. En campaña ha prometido mil sanitarios más.

Con cuatro hijas y tres nietos, se dispone a pilotar el rumbo de un país que no consigue salir de un estancamiento económico que comenzó hace años con el declive de su orgullo nacional: Nokia. "El mayor desafío que afronto es conseguir el programa de Gobierno", explica. Además de con los Verdes y Alianza de Izquierda, Rinne quiere negociar con los liberales de Centro y conservadores de Coalición Nacional. "Esto sería una solución normal en Finlandia", dice.

Rinne es un finlandés en apariencia —pelo, ojos y tez clara— y en espíritu. Pasa los veranos en los archipiélagos finlandeses en el Báltico, donde pesca salmón. Otro de sus lugares preferidos en el mundo es Suecia, especialmente la capital, Estocolmo. Europeísta convencido, además de tener que formar un Ejecutivo estable, Rinne presidirá, desde el 1 de julio y hasta el 31 de diciembre de 2019, la presidencia rotatoria de la UE con un Brexit programado para el 31 de octubre. "Es un asunto muy importante para nosotros". Y Jokisipilä cree que la presidencia de la UE hará presión para la formación de un Ejecutivo más pronto que tarde.

También son cruciales para él las elecciones al Parlamento Europeo del 26 de mayo. Rinne opina que los ultras, como en muchos países de la UE, "ganarán más apoyos", pero confía en que los partidos del establishment —en su opinión Socialdemócratas (S&D) y Partido Popular Europeo (PPE)— hagan una campaña de choque. "Hay que decirle a la gente que Europa es libertad y que es paz".



Fuente: El País