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No ve a sus hijos hace más de cuatro meses y está desesperada

13/06/2019  |  Información General  |  

Carmen Gladys Arjona (37) está muy angustiada. Desde hace más de cuatro meses que no ve a sus tres hijos. A fines de enero su expareja se los llevó por una semana, pero nunca los trajo de vuelta. Ella lo denunció varias veces por violencia de género, y en enero le dijo que no quería volver a estar con él.

La causa por violencia de género está radicada en el Juzgado de Violencia Familiar y de Género N§ 2, a cargo de la jueza de primera instancia Mónica Adriana Naranjo. Según informaron desde el Poder Judicial, solo prosperó una denuncia de las muchas que hizo la mujer. En esta causa se dispuso una medida de prohibición de acercamiento.

La causa por impedimento de contacto con sus hijos está en el Juzgado en lo Civil de Personas y Familia de sexta nominación, Secretaría número dos, a cargo del juez Daniel Juan Canavoso y de la secretaria Analía Valdez Lico.

Desde el Poder Judicial dijeron a El Tribuno que la causa está en trámite y que resta un paso a dar, que es la entrevista que un juez de Orán debe hacer a los chicos, para escucharlos, de acuerdo a lo que mandan los tratados internacionales de niñez, ya que ellos residen en el norte de la provincia, con su papá.

Desde el juzgado recomendaron a la mujer que insistiera ante su patrocinante, la defensora oficial civil número dos, Zulema Guerrero, para que le diera impulso a la causa y el juez de Orán cumpliera con la entrevista rápidamente.

Desde la Defensoría dijeron a El Tribuno que la demanda por restitución de menores se inició el 12 de febrero pasado y que "desde entonces y hasta la fecha, la defensora que representa a Carmen cumplió con todos los trámites que se le requirieron desde el Juzgado de primera instancia en lo Civil, de Personas y Familias de sexta nominación".

Explicaron que el 28 de marzo pasado ambas partes -ella y el progenitor de los niños- fueron citados a audiencia con el juez Canavoso. Debían concurrir junto a sus abogados para ser oídos por el magistrado, en presencia de la asesora de incapaces que correspondiera por turno. De este modo, Canavoso resolvería la situación. Sin embargo, ese día el progenitor se presentó solo, de modo tal que se frustró la audiencia.

Al día siguiente, el 29 de marzo último, Canavoso ofició al juez de igual clase y fuero de la ciudad de Orán para que citara a los niños a audiencia privada, en presencia de la Asesoría de Incapaces, para darles participación en el asunto.

Desde la Defensoría solicitaron pericias psicológicas para el progenitor de los chicos y la realización de un amplio informe ambiental y vecinal. Según supo este diario, Canavoso habría rechazado el pedido de informe psicológico, resolviendo no hacer lugar a la petición.

Carmen tiene pocas respuestas cuando va a consultar a Ciudad Judicial por el avance de la causa por la restitución de los niños: "Me dicen que va a ser en Orán. Tratan de averiguar, pero no saben nada. Tengo que esperar". Ella asistió al Polo Integral de las Mujeres (Siria 611), que depende del Gobierno de la Provincia. "En el Polo me dijeron que vuelva ante una duda, que estaba bien que vaya a la psicóloga", contó.

Una historia vulnerable

La mujer contó a El Tribuno que ella estaba en pareja con el padre de sus cinco hijos menores desde hace unos 15 años y que durante todo ese tiempo hubo violencia: "Eran constantes los insultos. Me pegaba".

Vivían en el norte de la provincia, donde dijo que lo denunció dos veces: "Es agresivo, me insultaba delante de mis hijos, hasta que en un momento uno de ellos se paró frente a él y le dijo: "A mamá no le vas a pegar'. Son cosas que ellos veían y a mí me dolía mucho".

En enero vinieron de vacaciones a Salta capital, donde él había trabajado por unos dos años. Según manifestó Carmen, acá se acrecentó la violencia y ella lo denunció de nuevo.

Durante un paseo familiar, en el que él la maltrató, ella le dijo que no quería seguir con la relación y él señaló que quería llevarse a los chicos. Ese día se llevó al más grande y unos días después ella lo buscó.

A la semana siguiente acordaron que él se los llevaría por una semana y que se los devolvería, pero nunca los trajo. A las hijas más chicas las dejó con ella.

"Antes de dárselos, fui a Ciudad Judicial a asesorarme y me dijeron que el problema era de él y mío, no de los chicos, que haga una exposición en la Policía y se los dé a los chicos para que él los tenga también y me los vuelva a traer", contó.

"Una policía me dijo que yo le tenía que dar los chicos, que podría ir presa por mezquinarle a mis hijos. Yo acepté dárselos el viernes 25 de enero y el 1 de febrero me los tenía que traer a las 16. Los esperé con mi mamá durante horas en la comisaría de Sanidad y nunca llegaron. No los volví a ver", dijo.

Ahora los chicos viven con el papá. "Yo los llamo cuando está él y no hablan nada. Yo siempre les enseñé a no ser rencorosos y ahora están rencorosos. Me duele mucho cómo están allá. Están solos", expresó.

"Él nunca se sentó a ayudarlos con la tarea. Yo estaba constantemente con ellos. Siempre traté de que se entretengan con otras cosas para que no anden en la calle. Ahora no sé cómo están, quién les ayuda a hacer las tareas, quién les cocina... A veces me dicen que el más grande cocina. ¿En qué momento va a estudiar, si llega del colegio y tiene que ver por sus hermanos?", se preguntó.

Según relató, Carmen tiene una hija y un hijo más grandes.

La tristeza de una madre

Leoncia Arjona (56), es madre de 14 hijos, entre ellos Carmen, y quiere que sus nietos estén bien. "He visto qué clase de hombre es. No le da nada. Mi hija se daba maña como podía. Hasta el boleto le pagaba para que fuera a ver a sus hijos. Él trabajó en Salta como dos años y ¿dónde está la plata?".

Leoncia relató su historia, también atravesada por la violencia de género: "Yo estoy separada hace ocho años de mi marido. Me he hecho padre y madre. He luchado por mis hijos. Su padre (en referencia a su exmarido) era violento, igual me pegaba. Yo sufrí 28 años de casada. Una muchas veces por amor pierde la conciencia. Cuando el hombre es violento, es imposible que cambie", cerró.



Fuente: El Tribuno