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El censo de árboles empezó con más dudas que certezas

13/08/2019  |  Información General  |  

Ayer comenzó el censo de árboles en la ciudad de Salta, aunque el éxito del proyecto genera dudas. Para llevar adelante este trabajo, el municipio delegó la responsabilidad en 22 estudiantes, en general, avanzados, de la carrera Ingeniería en Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) a cambio de incentivos económicos, que llegarían a los 4 mil pesos mensuales, según informaron altos mandos de la Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos de la Municipalidad a El Tribuno. El trabajo, en calidad de prácticas profesionales supervisadas, les demandará a los jóvenes alrededor de 110 horas por mes.

Para hacer el relevamiento, el municipio destinó 15 celulares con la aplicación Salta Works, diseñada para este fin. En el primer día de trabajo, hubo problemas con la carga de datos en los equipos y demoras en la conectividad a internet, por lo que se perdió información y tiempo de trabajo.

Los jóvenes todavía no firmaron ningún documento en relación con el incentivo económico, que es el principal motivo que los llevó a aceptar esta responsabilidad. No saben si recibirán el dinero cada mes o al cumplir las 300 horas, que les exige la universidad para las prácticas profesionales; si el pago será en efectivo o a través de un depósito.

El secretario de Modernización de la Municipalidad, Martín Gemes, desestimó los problemas que hubo con la aplicación y con los celulares: "Con algunos censistas, hubo inconvenientes, que no fueron técnicos, sino de práctica para enviar los datos recabados". Dijo que en media mañana hubo 250 registros. Las actividades seguirán esta mañana en la plaza de la Legislatura, sobre calle Zuviría.

Poca previsión

El censo forestal es una deuda de la comuna desde 1997, cuando se sancionó la ordenanza 7.060, que ordena realizar este relevamiento cada cinco años. Aunque hay esperanzas por parte de todos los actores de que esto se concrete por primera vez, la continuidad de este trabajo no es cierta, ya que en cuatro meses termina la gestión actual de Gobierno.

Funcionarios municipales estiman que el censo demorará por lo menos un año, por lo que la gestión próxima del municipio deberá continuar con la tarea.

A pesar de las buenas intenciones, no hay un cronograma a mediano ni a largo plazo ni está previsto quiénes seguirán el trabajo luego de que los censistas que están ahora a cargo concluyan las 300 horas pactadas, lo que sucederá en poco más de tres meses.

"La idea es que sea flexible, ir analizando", respondió el secretario de Ambiente y Servicios Públicos, Gastón Galíndez, al ser consultado por El Tribuno sobre la planificación del censo. Dijo que la "garantía" del proyecto está dada en función de los dos tutores, que acompañarán a los estudiantes: uno, por parte de la Municipalidad, y otro, por parte de la facultad.

"La idea es que la logística no nos impida realizar una acción que es necesaria, que está fijada por ordenanza y que la ciudad no la tenía. Estamos haciendo cosas que antes no se hacían y la logística no va a ser un problema", aseguró.

El tutor por parte de la UNSa, Gabriel Benci, expresó: "Empezamos bien. No sabemos cómo va a terminar, pero seguro algunas cuestiones que vayan surgiendo se van a ir solucionando en el camino".

La tutora por parte de la Municipalidad, Josefina Rojo, directora del Programa de Recuperación de Arbolado Urbano, mencionó que se comenzará por el cuadrante que marcan las avenidas Entre Ríos, del Bicentenario, San Martín y Sarmiento, lo que demandará cerca de un mes.

Faltan definiciones

En una nota que se publicó ayer en este medio, se mencionó la falta de un protocolo específico para el censo, que se había planteado como necesario en diciembre de 2018, cuando el municipio y la UNSa firmaron un convenio marco para prácticas profesionales. En este documento particular se fijarían aspectos clave, como los incentivos económicos para los censistas, el traslado de los estudiantes a los barrios a cargo del municipio y el acompañamiento de personal policial en los lugares donde pudiera correr riesgo su integridad física.

Ante todas estas dudas, vuelve el fantasma del último censo forestal que se empezó a hacer en 2012, durante la gestión del entonces intendente Miguel Isa, también a través de un convenio con la UNSa, que, por falta de voluntad política, no fue lo suficientemente confiable como para decidir políticas públicas.

A contrarreloj

Cuatro meses antes de que termine la gestión de Gobierno municipal, la Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos lanzó el censo forestal. 
En solo una semana, los estudiantes de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNSa se enteraron de la convocatoria, se inscribieron y fueron capacitados. 
El relevamiento comenzó a pesar de que no se firmó todavía el protocolo específico en el que se definirían aspectos clave, como el dinero que recibirán por su trabajo.



Fuente: El Tribuno