Schwartzman confía en dar el batacazo ante Nole

Diego Schwartzman ya cumplió sus expectativas en el Abierto de tenis de Australia al acceder a la segunda semana, pero su ambición ahora es mucho mayor: en la noche del sábado o la madrugada del domingo se las verá con Novak Djokovic, el campeón defensor y uno de los máximos candidatos a levantar el trofeo en el Melbourne Park dentro de una semana.

"Ahora quiero ser la sorpresa", afirmó el "Peque", después de derrotar por 6-2, 6-3 y 7-6 (9-7) al serbio Dusan Lajovic para instalarse en los octavos de final del primer Grand Slam del año. Con una llamativa regularidad, el argentino de 27 años dominó el partido ante el vigésimo cuarto preclasificado y sumó otro triunfo sin ceder sets, una constante en este certamen.

"Me volví a sentir muy bien. Los primeros dos sets sobre todo", explicó el número 14 del mundo sobre el desarrollo del encuentro ante Lajovic. "En el tercero tuve algunos sube y baja y él tuvo la chance de llevarme al cuarto. Pero por suerte, fue muy bueno mi día y no pudo. Por ahora lo hice bien, jugando en un muy buen nivel y lo que queda es tratar de dar la sorpresa", completó el único argentino que queda competencia, después de que Guido Pella cayera en tres sets ante el italiano Fabio Fognini.

Para "dar la sorpresa" que pretende, Schwartzman necesita, en realidad, lograr un impacto tremendo: vencer a Djokovic, siete veces campeón en el Melbourne Park, que mostró que se encuentra muy enfocado al superar por 6-3, 6-2 y 6-2 al japonés Yoshihito Nishioka. En 2018, cuando consiguió su mejor participación histórica, tuvo una oportunidad parecida, pero aquella vez Rafael Nadal lo frenó en los octavos de final al derrotarlo por 6-3, 6-7 (4-7), 6-3 y 6-3.

"Enfrentar a Djokovic o Nadal siempre es algo muy lindo", remarcó el "Peque". "Competir seguido con ellos gracias a mi ranking indica que estoy haciendo las cosas bien. Va a ser un buen partido. Jugando de esta manera voy a poder competir muy bien", añadió.

Las últimas dos veces que enfrentó al número dos del mundo le generó problemas, aunque nunca le pudo ganar en tres intentos. Sin embargo, lo llevó a tres sets en las semifinales de Roma el año pasado y a cinco en la tercera ronda de Roland Garros en 2017. Pero hacerlo en Australia, donde Djokovic es casi imbatible, representa una de las exigencias máximas para un tenista. 

"Nadal en Roland Garros es más difícil que Djokovic en Australia. Pero los dos son grandes campeones y compararlos de una manera u otra, es muy difícil", graficó el "Peque", que explicó lo que debería hacer si pretende dar el batacazo: "Tengo que mantener mi juego, mejorar en algunas cuestiones más, no permitirme un sube y baja, y estar siempre a mi mejor nivel para tener chances contra él".